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Uno de los aspectos más importantes para poder poner en marcha un negocio, ya sea un negocio propio o una franquicia, es contar con los recursos financieros necesarios para poder afrontar la inversión inicial con garantías de éxito. Posiblemente vayas a necesitar ayuda económica, aunque es importante aclarar que, en la actualidad, es prácticamente imposible buscar financiamiento si los recursos propios del emprendedor no alcanzan el 60% de la inversión total estimada, siendo muy aconsejable que se acerquen al 80%. Si éste es el caso, es recomendable conocer todas las posibles ayudas y subvenciones que distintas entidades y organismos ofrecen. Para obtener más información sobre este tema visite la sección de
Financiar una Franquicia.
Además, existe una clasificación de fuentes a las que se puede acudir para obtener el capital necesario:
- Aportación de capital: Consiste en la entrega de acciones de la compañía a cambio de la cantidad aportada.
- Ayudas privadas: Es, junto con la banca y cajas de ahorro, una de las primeras opciones que pasa por la cabeza de los empresarios, pedir parte del dinero que se necesita a familiares, amigos y/o socios que confían en el emprendedor y en su idea y le ayudan a cubrir estas necesidades financieras.
- Banca y las Cajas de Ahorro: Son las fuentes de financiamiento más comunes a las que acuden los empresarios para financiar su actividad, aunque siempre se necesita la presentación de depósitos de seguridad o garantías, por lo que es una opción válida sólamente para los que sí disponen de los mismos.
- Factoring: Es una fórmula de financiamiento y administración que se basa en la cesión de facturas. Ésto es, la empresa cede el crédito comercial de sus clientes a esta compañía que se encarga de gestionar su cobro a cambio de una contraprestación consistente en una comisión por los servicios administrativos y unos intereses por la financiamiento. Podemos decir que las ventajas se basan en reducir la carga de trabajo al departamento de cobro y al mismo tiempo, anticipar el dinero que corresponde a un elevado porcentaje de las deudas sobre el vencimiento de pago de facturas.
- Leasing: Instrumento financiero que ofrece al empresario la financiamiento, a medio y largo plazo, de activos fijos mobiliarios e inmobiliarios. Se trata del pago fraccionado de alquiler con opción final de compra para hacerse con mobiliario o equipos de computodaras, etc.
- Profesionales que financian nuevos proyectos empresariales. Actúan como pequeñas sociedades de capital de riesgo, aunque las cantidades de dinero que aportan son inferiores a éstas, por lo que deben utilizarse como fuentes complementarias a la hora de crear y hacer crecer una empresa.
- Sociedades de Garantía Recíproca (SGR): Sociedad mercantil constituida por empresarios, generalmente pequeños, que dan garantías a sus socios para que éstos puedan acceder a préstamos en las mejores condiciones del mercado a través de las entidades financieras como banca y cajas de ahorros.
En este punto, conviene saber que ha de existir una colaboración entre franquiciante y franquiciatario, en dos aspectos:
Búsqueda de los recursos más convenientes para la puesta en marcha del establecimiento y que sea en las condiciones más ventajosas posible.
Elaboración de los informes y documentación necesarios que actuarán como plan de negocio (que debe incluir el concepto, determinar su oferta, la estructura de la franquicia, la inversión necesaria o la rentabilidad esperada del negocio, entre otros aspectos) para ser presentados a las correspondientes entidades financieras.
Por esta razón, siempre hay que saber lo que el franquiciante ofrece a la hora de pensar en entrar a formar parte de una red de franquicias. Hay franquicias que te van a ayudar en la financiamiento tras la firma de acuerdos de colaboración con distintos bancos o cajas de ahorro, o tal vez la franquicia te ofrezca financiamiento directamente (caso más improbable), o tal vez la búsqueda del capital necesario tengas que hacerla tú sin ningún tipo de ayuda del franquiciante.